Norte del Valle

Mientras Cartago borda, Ansermanuevo cala… y de qué manera, hasta el punto de querer exportar a México

César Vallejo Restrepo | Cartago | 27 DIC 2017 – 12:01 am

Cartago y Ansermanuevo marcan las diferencias en sus des actividades económicas más importantes como son, respectivamente, el bordado y el calado.

Los hijos de esta localidad identifican el calado como su mayor patrimonio, y Cartago hace resonar en el mundo su slogan de Capital Mundial del Bordado. 

Claro que también en Cartago se cala y en Ansermanuevo se borda, pero en menor proporción en cada uno de los municipios, es decir, cada uno es fuerte en su actividad.

Es tal la «fiebre» y el sentido de pertenencia por el calado en Ansermanuevo, que ya se adelantan contactos con México para venderle su producción, amén de la cantidad de turistas que llegan al municipio en busca de estas hermosas prendas, producto de las manos mágicas de hombres y mujeres, de todas las edades y condiciones sociales que se acuestan y se levantan con las tamboras, los hilos y las telas.

Similares

Jhonier Penagos, Secretario de Cultura de Ansermanuevo explica que aunque las dos técnicas son similares, el bordado es una técnica de tejidos sobre telas planas, en el calado se deshila y sobre esa franja se tejen nuevas figuras.

Recientemente, el gobierno nacional a través de Artesanías de Colombia le otorgó a Ansermanuevo el reconocimiento de marca colectiva, gracias a que más del 60 por ciento de su población se dedica a la actividad del calado. En este núcleo se encuentran niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, en todos los casos de ambos sexos.

En Ansermanuevo más de la mitad de sus habitantes se dedican a calar y a bordar, y de este trabajo derivan el sustento para sus familias. Es una tradición que nadie quiere perder y que, por el contrario, tiene características muy especiales de identidad y de patrimonio cultural.

Otra capital

No hay ansermense que no hable de esta industria, y no exprese con orgullo de patria chica el sentimiento agradecido de haber nacido en esta otra capital, la del calado.

Allí, donde nace el extremo norte del Valle del Cauca, es fácil encontrar un muchacho casi imberbe sentado en cualquier lugar de la casa o del patio calando y enseñándole a los más pequeños cómo hacerlo. Pero también los viejos, los jóvenes, los adultos, los niños. Es decir, todo el mundo en Ansermanuevo cala, pero también borda.

«No queremos competir con Cartago, pero sí posicionar nuestra propia marca «Calados de Ansermanuevo» que nos otorgó Artesanías de Colombia», señala Penagos.

Estudio

Recordó el funcionario que en reciente estudio realizado por Univalle sobre el patrimonio inmaterial se estableció que las entrevistas que se hacían en torno a esta actividad recaían siempre en las mujeres.

No obstante quedó claro que los hombres se dedican al calado también, especialmente cuando no hay actividades agrícolas como en las épocas de producción cafetera o de recolección de caña.

En Ansermanuevo se cuentan por decenas los hombres que han construido sus casas con una tambora, una tela, una aguja y los hilos. Pero, además, llevan el mercado y atienden las necesidades del hogar.

Cultura

El calado en este municipio es toda una cultura que atrae a diario a turistas nacionales e internacionales que llegan a la localidad en procura de hacerse a una prenda, pero también a disfrutar de la actividad del parapente y los lugares bellos de la localidad.

Quienes llegan al pueblo terminan contagiándose de todo lo que para el ansermense constituye la cultura del calado. En los patios, las salas y en los mismos andenes se descubren a diario familias enteras hablando el lenguaje particular de esta actividad con términos tales como las puntadas, las formas y las figuras, así como sobre la calidad de la tela y el hilo.

En Ansermanuevo el calar se hereda y pareciera ir de generación en generación. Los padres están seguros de que uno de sus más grandes aportes a sus hijos es enseñarlos a calar porque con esta labor seguro que van a ganarse la vida, especialmente en tiempos difíciles cuando en las fincas no se consigue trabajo.

Mediación

La Casa de la Cultura, a través de su director Jhonier Penagos busca desde hace algún tiempo mediar entre los propietarios de los talleres y los caladores y bordadores para hacer más equitativa el ingreso de estos últimos.

«Esta es una dificultad que hemos tenido de tiempo atrás, pero también estamos trabajando en darles capacitación a través de fundaciones y el Sena a estos trabajadores para que aprendan, se perfeccionen en la actividad y se conviertan en propietarios de sus propios talleres», señaló Penagos.

Lo que queremos es que se queden con el máximo de la utilidad, y aunque sabemos que este es un proceso es difícil, guardamos la esperanza de que lo logremos en Ansermanuevo como ya sucedió en La Guajira.

Talleres

En Ansermanuevo existen 20 talleres y dos asociaciones que aglutinan al gremio de caladores y bordadores, a saber: Asocalan que tiene sede en la Casa de la Cultura y Casa Victoria que está siendo impulsada a través de diferentes programas.

Desde hace cuatro años, a través de la Secretaría de Turismo del Valle del Cauca se tienen contactos con México para exportar a ese país los calados de Ansermanuevo, pero antes de finiquitar cualesquiera negocio se entró al proceso de capacitación a los talleristas para que sus productos salgan de excelente calidad y terminados en el empaque. 

CiudadRegion Noticias

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