A pesar de su lucha incansable y una actuación valiente, el equipo sufrió una derrota ante las campeonas europeas, Inglaterra, con un marcador de 2-1. Dos errores cruciales marcaron el destino del encuentro, pero detrás de esta triste despedida se esconde una historia de coraje y determinación que ha dejado una profunda impresión en el mundo del fútbol femenino.
La contienda estuvo marcada por la intensidad y el drama característicos de los encuentros de alto nivel. El primer tiempo vio a Inglaterra con una mayor posesión del balón (52% contra 33%), pero las chicas super poderosas de Colombia no se amilanaron ante la adversidad.
A los pocos minutos de haber iniciado el encuentro, un choque en el área resultó en una lesión forzó a un cambio temprano en la formación colombiana, un giro en el partido que desafió aún más a las jugadoras.
A pesar de las dificultades, Colombia se las arregló para nivelar el juego y plantear una competencia equilibrada. A los 44 minutos, un momento de genialidad de Leicy Santos resultó en un sorprendente gol, inyectando esperanza en los corazones de los aficionados. Sin embargo, la alegría fue efímera, ya que en tiempo de adición, un conjunto de errores defensivos permitió que Inglaterra empatara el marcador antes del descanso.
Sin embargo, el seleccionado de Colombia no pudo resistir la presión constante de las inglesas en el tiempo de adición y tras una serie de errores cedió el empate que convirtió Lauren Hemp después de que Catalina Pérez no pudiera asegurar la pelota (un fallo después de un par de atajadas importantes) y le quedara a la delantera para el 1-1 con el que se fueron al descanso. Diana Ospina dejó lanzar a Keira Walsh y desde ahí se generó la jugada que terminó en la igualdad.
El segundo tiempo continuó con ambas escuadras buscando oportunidades, pero a los 63 minutos, Alessia Russo le gana la posición a Daniela Arias y anota para Inglaterra inclinando la balanza a su favor.
Aunque Colombia persistió en su lucha y realizó cambios estratégicos para tratar de cambiar el rumbo del juego, no lograron revertir el marcador. A pesar de la derrota, la actitud valiente y el esfuerzo demostrado por las jugadoras colombianas dejaron una impresión duradera en el campo de juego.
Desde Catalina Usme hasta las jóvenes promesas como María Camila Reyes, cada jugadora en el plantel dejó una parte de sí en el campo, ganándose el respeto y admiración de los aficionados y observadores. A pesar de la despedida, el legado de esta Selección en la Copa del Mundo 2023 resalta la importancia de creer en el potencial del fútbol femenino y seguir adelante a pesar de las dificultades.
Si bien el sueño del título mundial se desvaneció por el momento, la historia aún no ha terminado. Colombia ha demostrado su capacidad de competir a nivel internacional y ha dejado una huella que servirá como inspiración para futuras generaciones de jugadoras.
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