En los últimos día se llevó a cabo una protesta por las calles de Salento, municipio turístico emblema del Quindío.
En la marcha, ciudadanos del casco urbano y rural, expresaron su inconformidad debido a la disminución en el suministro de agua potable tras el taponamiento de un punto de acceso al líquido vital.
Eugenio Forero, habitante de Salento y actual miembro de la Veeduría del Agua de esta localidad, dijo que cada vez es menor el agua potable disponible para el consumo humano en la municipalidad.
El veedor, fue enfático al asegurar a varios medios quindianos, sobre el proyecto de tener como fuente de agua para la bocatoma desde la quebrada Aguas Claras no se había concretado, no había estudio, aunque se había hecho el contrato y se había pagado el mismo a una firma de Bogotá.
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Forero, denunció que uno de los puntos de donde se toma el agua está bloqueado por un taponamiento, por lo que fue cerrado hace 5 meses y Empresas Públicas del Quindío, que presta el servicio, al parecer no habría realizado esfuerzo alguno para ponerlo en funcionamiento nuevamente.
Finalmente, el veedor del agua de Salento, aseguró que el principal problema «lo tenemos los fines de semana y en temporadas altas de turismo, cuando la población se duplica y el agua escasea».
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