La presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el municipio de Mistrató, en el departamento de Risaralda, ha generado preocupación y una respuesta inmediata por parte de la fuerza pública.
El gobernador, Víctor Manuel Tamayo, ha confirmado la presencia del ELN en Mistrató, incumpliendo con acuerdos previos y el cese al fuego. Esta situación se ha presentado ante la Comisión de Verificación de la ONU y se espera que se tomen las medidas necesarias para abordar esta violación al derecho internacional humanitario.
La confirmación de la incursión del frente Manuel Hernández «El Volche» del ELN en esta zona ha activado un plan de seguridad destinado a proteger a la población tanto en áreas urbanas como rurales.
El coronel Simón Eduardo Cornejo, comandante de la Policía en Risaralda, ha anunciado que se ha aumentado el personal de seguridad en Mistrató. Esto incluye la sustitución de todo el personal de la estación y subestación de policía por profesionales de la Policía Nacional. Además, se han coordinado esfuerzos con el Ejército para reforzar las unidades militares en el área y evitar que el grupo guerrillero se apodere del centro poblado y establezca conexiones con otras regiones del departamento.
Una situación adicional de preocupación es la amenaza que ha enfrentado el alcalde de Mistrató, Jorge Mario Medina, lo que lo llevó a solicitar el traslado de su oficina a la ciudad de Pereira. Sin embargo, el comandante de la Policía en Risaralda ha asegurado que se están brindando garantías de seguridad para proteger al alcalde mientras trabaja en Mistrató.
A pesar de que aún no se han registrado denuncias oficiales sobre desplazamientos de personas debido a la presión ejercida por el ELN, las autoridades están investigando los comentarios y rumores al respecto. Se están realizando verificaciones a través de la oficina de Derechos Humanos para abordar cualquier situación que requiera atención.
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El ELN que ha incursionado en Risaralda proviene del Chocó, según informes de inteligencia del Ejército Nacional. Este grupo subversivo ha estado amenazando a mineros, campesinos y llevando a cabo censos de estudiantes en colegios del municipio. La comunidad está preocupada por posibles casos de reclutamiento forzado de jóvenes.
El llamado a la acción por parte de las autoridades es claro, con un énfasis en reforzar la presencia de las fuerzas de seguridad en Mistrató para garantizar la protección de la población afectada por esta situación delicada y en evolución.
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